Castillo de Dublín

Por: Eva del Amo

Ubicado en pleno centro de la ciudad, el Castillo de Dublín ha sido utilizado como asentamiento vikingo, fortaleza militar, residencia real, sede del Tribunal de Justicia y de la Administración Inglesa. Sin embargo, actualmente es el lugar elegido para la celebración de ceremonias estatales.

Castillo de Dublín

La visita guiada al castillo dura 45 minutos y recorre gran parte de las estancias. Comienza en el Rellano de las Hachas de Guerra, donde la guardia real se apostaba para defender al Salón del Trono de la presencia de extraños. Entre las salas que se visitan destacan la de James Connolly, las habitaciones de los monarcas, el Salón del Trono y el Salón Granard. Y una vez que alcanzamos la Torre de la Pólvora, podremos conocer aspectos tan curiosos como el adoquinado antiguo de la ciudad.

El castillo de Dublín no tiene forma de tal, ya que tuvo que se reconstruido a finales del siglo XVII como consecuencia de un incendio. Sin embargo, el interior se conserva en perfecto estado. Algunas estancias destacan por sus elaboradas alfombras, y sus exquisitas lámparas, cortinas y muebles de época. Un paseo por el castillo contribuye a conocer algunos de los aspectos más importantes de la historia de Irlanda.

Cómo acceder al Castillo de Dublín:

El Castillo de Dublín está situado en Dame Street. Se puede acceder a él en los autobuses 50x, 56a, 77, 77a, 77x, 150 y 151, bajándose en la parada Werburgh Street. Las visitas, que sólo se realizan en inglés, se pueden realizar de lunes a sábado, de 10 a 16,45 horas. Y los domingos y festivos a partir de las 14 horas hasta las 16,45 horas. El precio de los adultos es de 4,50 euros, mientras que los estudiantes sólo pagan 3,50 euros, enseñando un carné que acredite su condición. Con la Dublin Card el acceso es gratuito.

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